jueves, 26 de marzo de 2009

Mario Oporto: “Historia y filosofía son ejes en la formación ciudadana”



Por Miguel Russo
Otras voces, otros ámbitos, se podría titular, como aquel libro de Truman Capote, la relación entre el primer congreso de filosofía llevado a cabo en el país hace 60 años y éste que se realizará durante tres días, entre hoy y el sábado 28, en La Plata.
El de 1949, se realizó en Mendoza entre el 30 de marzo y el 9 de abril y fue el primero en su tipo llevado a cabo en América Latina después de finalizada la Segunda Guerra Mundial. Estuvieron, entre otros, Werner Jaeger, Jacques Maritain, Hans-Georg Gadamer, Julián Marías, José Vasconcelos. Revisaron, afirmaron o reformularon los planteos filosóficos considerados ciertos hasta ese momento.
El de 2009, se realizará en el Salón René Favaloro del Jockey Club (49 Nº 581), del 26 al 28 de marzo, organizado por la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires. ¿Su título?: Pensar la política, un desafío en la tarea de educar. Si bien no es excluyente, está dirigido a los docentes de la Provincia y contará con la presencia de destacados especialistas internacionales, especialmente invitados, y con la participación de historiadores y filósofos argentinos, quienes buscarán conjugar la visión internacional con la realidad nacional. El director general de Educación y Cultura bonaerense, Mario Oporto, charló con Diagonales sobre los alcances y los objetivos de este encuentro.
–Pasaron 60 años de aquel primer congreso de filosofía. Parece demasiado tiempo sin pensar...
–Lo nuestro es extremadamente más humilde. No queremos ser hacer la réplica de aquel congreso de filosofía nacional de hace 60 años. Nosotros queremos poner el eje en capacitar, actualizar y generar la reflexión y debate de los docentes sobre el estudio de la filosofía y la política. La escuela tiene que enseñar a comprender el mundo contemporáneo, por lo tanto tiene que enseñar política. Y no confundirlo con politizar a los alumnos. Generar política como una disciplina milenaria, que es la discusión de los hombres en busca del bien común. Historia y filosofía son dos ejes en la formación de ciudadanos. Con ese afán, sustentado en la importante tradición que fue la del congreso que hace 60 años discutió el mundo de posguerra, nosotros queremos empezar a discutir este mundo del siglo XXI a través de las distintas visiones sobre cómo organizar la sociedad frente a la realidad de la globalización, los nuevos conceptos de nación, los nuevos sistemas económicos y sociales. Para que eso llegue a la escuela hay que darle la oportunidad a los docentes de poder dialogar con algunos especialistas en estos temas.
–Tuvo que aclarar que no se trata de politizar a los alumnos. ¿por qué hay tanta aversión a la palabra "política"?
–Sobre todo por un mal de época. La tensión entre los valores y los intereses hizo que prevalecieran los intereses. Y llevada a la esfera pública, hizo que prevaleciera la economía por sobre la política. La política incluye a la economía en la manera de discutir cómo organizamos la sociedad. Es una interesante discusión. Hay quienes piensan que una sociedad se organiza a través de la suma de los desarrollos individuales y puede pensar que los intereses individuales están por encima de todo bien común. Hay quienes piensan que el bien común está por encima de la libertad individual. Hay quienes buscan un equilibrio entre ambas posturas. Y me parece que es un tema que un ciudadano tiene que aprender, que tiene que formar parte de la cultura de todos. La aversión parte, también, porque la política se fue deformando y dejó de ser una manera noble de pensar cómo vivir con otros para transformarse en una puja sectorial sin ideas y con intereses. También la política absorbió esa idea donde los intereses están por encima de los valores. Creo que para formar buenos ciudadanos, la escuela tiene que formar en valores y tiene que formar un visión crítica y creativa de la realidad. Y para eso hay que recurrir a la historia y a la filosofía y hay que lograr que los chicos tengan una buena lectura de lo que es el mundo de hoy. Un mundo que cambió. Cuando uno dice que un chico tiene que salir con formación ciudadana, dice que tiene que salir con formación política. Eso significa conformación básica sobre la historia del pensamiento, sobre los modelos económicos, sobre los valores universales. Por supuesto basados en los valores que la sociedad argentina adoptó para su democracia. Una formación que le permita comprender la realidad.
–Hace más de un siglo y medio de la frase ya no se trata de interpretar la realidad sino de transformarla. ¿En qué momento se produjo un quiebre como para tener que volver a comprenderla?
–Es muy difícil transformar algo si uno no lo comprende plenamente. Hubo un gran avance del pragmatismo como virtud. Se dijo que teorizar y construir sistema de ideas era una ingenuidad y que sólo había que solucionar problemas. No está mal solucionar problemas, todo lo contrario, pero hay que solucionarlos basados en la teoría y un sistema de ideas. De todas las decisiones que uno toma, científicas, pedagógicas, tecnológicas, culturales, tiene una consecuencia ética. Hay que pensar las consecuencias éticas de las decisiones. La manera de pensar así es contraria a cualquier discurso único. Y la idea del discurso único es lo que triunfó a fines del siglo pasado. Sobre todo, después de la caída del muro de Berlín, donde se pensaba que había concluido la historia, que el desarrollo humano había llegado a su final y que el mercado había logrado triunfar. Hay que volver a repensar la historia después de esta crisis. Las ideas universales como la paz, la tolerancia, la convivencia, el cuidado de la vida, del medio ambiente, los derechos humanos son valores que tenemos que defender. Y para defenderlos hay que discutirlos en este nuevo contexto. Como también los viejos conceptos de la política clásica: soberanía, autoridad, gobierno, estado. Tenemos que volver a ponerlos en discusión esta sociedad de masas y de revolución de las comunicaciones. Los chicos hoy tienen una inmensa información. Tal vez no haya que informarlos tanto, porque tienen mucha ya en Internet, en la televisión. La escuela es una pequeña porción de lo que ellos reciben de información audiovisual. Lo que la escuela tiene que hacer es darles una metodología de comprensión. Y volver al pensamiento filosófico, a la grandes líneas de pensamiento ,es fundamental. Y algo práctico: es casi redundante que cuando los chicos que van a estudiar carreras humanísticas ingresan a la universidad o en los ciclos básicos comunes, casi siempre ven pensadores fundamentales. Se repiten las facultades en dar una introducción al pensamiento universal básico. La escuela secundaria tiene que avanzar sobre eso: la historia de la humanidad se hizo con sistemas de ideas. Y para que llegue a los chicos hay que darles las herramientas a los docentes para que amplíen su universo pudiendo dialogar con especialistas internacionales.
–Perón aprovechó aquel congreso de filosofía realizado en 1949 en Mendoza para dar a conocer su filosofía de la tercera posición. ¿Qué posición va a tomar el gobierno en este congreso?
–Este encuentro es de capacitación: Pensar la política: un desafío educativo. Independientemente de eso, con la misma inquietud, hay que generar una teoría de la actualidad, ordenar una teoría de la actualidad. Habría que destacar que durante mucho tiempo, los medios señalaban, con buen criterio, que en la Argentina no se discutían ideas. Que los procesos electorales estaban vacíos de ideas. Me parece que en los últimos tiempos hay cuatro o cinco ejes de ideas que se pusieron en debate. Quién acumula y quien distribuye la renta nacional es un debate. Qué fue quedando en la lucha contra el campo y el tema sojero. Pero es una discusión más grande. El tema de los derechos humanos es otro. El de los medios de comunicación, también. Son temas de agenda que una sociedad pluralista debería debatir. No sólo el partido que gobierna, sino todos deberían hacer una teoría de la actualidad. Y reagruparnos a través de la coincidencia con esas teorías. A veces se participa de un partido político porque coincide con una tradición muchas veces irracional. Sería bueno reagruparse para defender un modelo de convivencia colectiva defendiendo entre todos el modelo democrático. Así se hizo a lo largo de la historia argentina. Primero se discutió si el país tenía que ser una república o una monarquía. Una vez que se concluyó que debía ser una república, se discutió si tenía que ser federal o unitaria. Al aceptar el federalismo, se discutió si iba a ser presidencialista o parlamentarista, si votan todos o algunos. Esos debates son interesantes. Lo mismo ocurre con la organización económica y social. Hay que discutir en el marco de una sociedad pacífica, abierta, pluralista, donde nadie sienta que hay caminos alternativos al debate teórico y democrático. La escuela tiene que formar ciudadanos que puedan pensar la realidad contemporánea. Este encuentro es un paso en ese sentido.

Programa
Jueves 26 de marzo
14.30: Taller: Temas de ética y política. Propuestas filosóficas para jóvenes. Responsable: Gustavo Santiago.
17: Apertura del encuentro
18: Conferencia El nuevo rol de los intelectuales en América latina. Disertante: Nikolaus Werz.

Viernes 27 de marzo
10: Conferencia La idea de democracia en el pensamiento argentino del siglo XIX. Disertante: Elías Palti.
12: Conferencia: Temas de la filosofía política contemporánea: Biopolítica, soberanía, gobierno. Disertante: Edgardo Castro.
16: Conferencia Historiografía de la justicia en América Latina. Disertante: Juan Manuel Palacio.
18: Conferencia Comunidad y violencia. Disertante: Roberto Espósito.

Sábado 28 de marzo
10: Conferencia El siglo de los comunismos. Disertante: Claudio Ingerflom.
12: Cierre

Quiénes son

Gustavo Santiago: Profesor de Filosofía. Libros: Filosofía, niños y escuela: trabajar para un encuentro intenso e Intensidades filosóficas: Sócrates, Epicuro, Spinoza, Nietzsche y Deleuze.

Nikolaus Werz: Doctor en Filosofía. Libros: Pensamiento sociopolítico moderno en América Latina y Latinoamérica. Introducción.

Elías Palti: Doctor en Historia. Libros: La nación como problema. Historiadores y cuestión nacional y El tiempo de la política: el siglo XIX reconsiderado.

Edgardo Castro: Doctor en Filosofía. Libros: El vocabulario de Michel Foucault y Giorgio Agamben. Una arqueología de la potencia.

Juan Manuel Palacio: Doctor en Historia y Especialista en Estudios Latinoamericanos. Libros: Justicia, política y derechos en América Latina.

Roberto Espósito: Profesor de Historia de las doctrinas políticas. Miembro del Collège International de Philosophie. Libros: Communitas. Origen y destino de la comunidad, Inmunitas y Bíos.

Claudio Ingerflom: Doctor en Historia. Director de investigación en el Centro de Estudios sobre Rusia. Libros: El ciudadano imposible: las raíces rusas del leninismo y El Kremlin y el Holocausto.

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