sábado, 18 de abril de 2009

Juan Rodó protagoniza Otelo para la dupla Cibrián-Mahler


Por Carolina Sirio
Pepe Cibrián y Ángel Mahler traen su último espectáculo a La Plata: Otelo. Esta noche, a las 21.30, presentan en el teatro Coliseo Podestá (10 entre 46 y 47) esta comedia musical inspirada en el clásico personaje de Shakespeare pero con matices propios de sus creadores. Y Juan Rodó, un intérprete de gran talento y precursor del género en la Argentina, se pondrá en la piel de este personaje dominado por los celos y las sospechas en una historia marcada por la traición. "Mi Otelo es ingenuo al principio y bestial al final", adelanta el actor y barítono en una charla con Diagonales.
–¿Considera que la historia tiene más traición que romanticismo?
–La traición es el eje de esta historia. El romanticismo está tomado de manera más superficial.
–Hizo personajes que se enamoran apasionadamente. ¿Le gustan las historias románticas?
–Me gustan las historias románticas combinadas con tragedia y dramatismo.

El desafío del nuevo rol. La tragedia que recrea la dupla Cibrián y Mahler transcurre en Venecia, entre máscaras de carnaval, vestidos fastuosos y bufones. Otelo es un moro que está siendo manipulado por Yago (Diego Duarte Conde), su alférez, quien busca lograr así una mejor posición militar. En el desarrollo de la historia hará que Otelo enloquezca de celos y quiera matar a su esposa Desdémona (Georgina Frere) y a su teniente Casio (Daniel Vercelli) por traidores, generando un enredo a partir de que el pañuelo de ésta desaparece y quien lo tiene es el teniente. Sin embargo, como toda tragedia de Shakespeare, muchos morirán antes de conocerse la verdad.
–Otelo es un personaje clásico, ¿pero cómo es este Otelo que usted interpreta?
–Es un amante de sus pares, Yago y Casio. La lealtad, el honor y el amor hacia ellos es incondicional. Es sensible por Desdémona, su mujer, y despiadado al mismo tiempo con quien se atreva a traicionarlo. Mi Otelo es muy ingenuo al principio, pero bestial al final.
–Interpretó varias comedias musicales. ¿Qué diferencias encuentra al tener que encarar a Otelo?
–Otelo, como cualquier otro personaje de Shakespeare, es realmente un desafío para cualquier actor. La primera gran diferencia es componer un comportamiento de negro, en sus movimientos en su forma de hablar y en su gestualidad, mostrar humanidad dentro de un contexto de poder. Y, sobre todo, llevar adelante la combinación fortaleza–fragilidad al mismo tiempo.

Ir y venir. Juan Rodó es protagonista infaltable de la dupla Cibrián – Mahler y emblema del musical en la Argentina. Su primer trabajo con ellos fue Drácula, en 1991, junto a Cecilia Milone y Paola Krum, repitiendo el éxito en múltiples temporadas con distintas protagonistas. Luego siguieron Dorian Grey (2005) y El Jorobado (2006 / 2007). Después de varios trabajos con Cibrián y Mahler, Rodó hizo su propia comedia musical: Jack el destripador (con música original de su autoría y libro de Mariano Taccagni), en 2006.
–¿Cómo le resultó volver a hacer un musical de Cibrián – Mahler después haber probado otras experiencias y de haber tenido su propio proyecto?
–Siempre es enriquecedor volver a trabajar con ellos. Me siento identificado porque son, al igual que yo, eternos disconformes. Siempre creen que lo mejor está por venir.
–¿Y eso les resulta bueno?
–El resultado es increíble. Porque la autosuperación es el objetivo.
–¿Volverá a trabajar en un proyecto propio?
–Sí, espero que sí.
–¿Cuál le gustaría que sea?
–Estoy pensando en hacer un musical sobre Sansón y Dalila. Y seguramente también la remake de Jack el destripador pero con una historia distinta, más centralizada en su enfermedad.

1 comentario:

  1. si juan rodó es un genio!!! fui a ver otelo!!! y me enccanto como todo lo que hace!!!
    juan te quiero!!!
    geniio!!!!
    marisol

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